La vía Carabobo surge desde los comienzos del desarrollo de Medellín en las inmediaciones de la quebrada Santa Elena, como se evidencia en el primer plano conocido, del año 1675. A partir de un origen modesto, con el tiempo, sobre él fueron localizándose algunas edificaciones de importancia de tipo institucional y comercial, que ahora sirven de testimonio del proceso histórico experimentado por este corredor, casi todas del siglo XX, se encuentran, de norte a sur:
El Jardín Botánico, antes Bosque de la Independencia (adquirido por la Sociedad de Mejoras Públicas en el año 1911, centenario de la Independencia de Antioquia), el Hospital San Vicente de Paúl, el antiguo Palacio Municipal (hoy Museo de Antioquia), de la firma nacional H.M.Rodríguez e hijos, donde a partir de 1937 funcionaron por 50 años las dependencias de la Alcaldía al igual que oficinas y residencias de personas adineradas e influyentes en la vida de la ciudad.
Hacia finales del siglo XIX ya este corredor estaba configurado plenamente como eje de atravesamiento norte sur, entre los Baños de El Edén en su extremo norte, y el Puente de Guayaquil hacia el sur, a través del cual se comunicó el desarrollo central con Belén y Guayabal y los vecinos municipios de Itagüi y Caldas.
Hasta entonces, Carabobo era un eje multifuncional. El hecho determinante para la re-definición de la vocación económica y urbana de Guayaquil en el siglo XX fue la construcción -por parte del arquitecto francés Carlos Carré- de la Plaza de Mercado cubierta, iniciativa del empresario de la época Carlos Coriolano Amador, que fue inaugurada en 1894. Esta plaza y la vecina estación del ferrocarril que entre los años 1920 - 1950, hizo de Guayaquil y su eje principal Carabobo, el epicentro de una parte importante de la vida económica de la ciudad, soportada por el transporte ferroviario, intermunicipal y urbano. Así, se constituyó en polo jalonador hacia el sur de la actividad del Centro tradicional, circunstancia que influyó en la posterior determinación de la localización allí del Centro Administrativo La Alpujarra,
Estos diferentes hechos otorgaron al sector y a Carabobo una intensa actividad de comercio de víveres y otros productos y servicios, alrededor de los cuales se desplegaron diversas actividades complementarias y una agitada vida nocturna, cuyas características y anécdotas todavía forman parte de los recuerdos de muchos habitantes de la ciudad.
La remodelación de Carabobo en pasaje peatonal desde la Calle San Juan hasta la Plaza Botero ha sido un tema de interés por su importancia histórica, pero fue sobre todo un hecho noticioso en el 2006 cuando fue inaugurada por la Alcaldía de Sergio Fajardo. Carabobo volvió a recuperarse, volvió a tomar vida al menos para quienes no la habitaban y para las generaciones que aún no la reconocían. Como todo proyecto urbano, las noticias hablaban del inmobiliario con el que fue equipada: sillas, lámparas, árboles y un CAI móvil de policía que permitía la seguridad del sector.
Los comerciantes eran los protagonistas y daban su testimonio de cómo todo había cambiado con aquella intervención y gracias a la cual el flujo de personas aumentó, trayendo así más clientes a los negocios.
Desde el histórico Carabobo hasta el actual se repite el mismo fenómeno: El comercio, pero que según la época, se dan dinámicas diferentes. La importancia de esta carrera está expresa en la historia de Medellín, por eso quienes algo conocen de ella, saben que Carabobo se convirtió en la vía principal de la que fue la primera plaza de mercado cubierta: La Plaza de Cisneros (conocida como Plaza de Flórez desde 1891).
Comienza desde la Plaza Botero,se encuentra con una vía rodeada de casetas públicas, cafeterías, salones de billares, almacenes de ropa, hasta un burdel de larga trayectoria. Cabe resaltar que lugares de vital importancia en la historia de Medellín se encuentran allí; el antiguo Palacio Municipal (hoy Museo de Antioquia), Centro Comercial Palacio Nacional, llegando a su fin en la Avenida San Juan en la Alpujarra con la Estación del Ferrocarril cruzando la avenida. La avenida Peatonal Carabobo fue todo un hecho noticioso en el 2006 cuando fue inaugurada por la Alcaldía de Sergio Fajardo, este lugar volvió a tener vida, al menos para quienes no la habitaban y para las generaciones que aún no lo reconocían, también fue equipado con: sillas, lámparas, árboles y un CAI móvil de policía brindando así mucha seguridad a este sector.
Testimonios
Como nos relata la señora Nazaret, una vendedora de minutos a lo largo de todo el pasaje peatonal Carabobo; por este pasaje peatonal transita todo tipo de persona, desde el vicioso o el ladrón, hasta el ejecutivo más prestigioso de la ciudad o extranjeros, después de llevar 7 años a los alrededores del pasaje Carabobo, tan rico en historias y creencias, ella nos habló sobre un personaje o mito en especifico; se trata del “Perro Negro”, un matón como en sus palabras no narraba “ Es que uno acá no podía salir después de las 11 de la noche, si salías en noche el perro negro te perseguía con un puñal en sus manos y te mataba”, este mito estuvo rodando por todo este pasaje por mucho tiempo, también nos dijo que en este lugar se encuentran sitios tan populares como lo es el salón Billar Aguadas.
Don Marco Emilio Manco Manco un paisa oriundo de Cañas Gordas y ahora residente en la ciudad de Medellín, cuenta con un pequeño punto de ventas de variedades antiguas, desde una paila viejísima hasta un billete de 50 pesos podemos encontrar en su puesto de venta. Este paisa de pura sepa, ahora con 63 años de edad y con 8 años de estar laborando por la avenida, incluso antes que fuera peatonal, el nos dice “Es que esto cuando lo hicieron Peatonal, pues solo pasa gente caminando más no carros; para nosotros como comerciantes nos ayudo mucho para mejorar nuestras ventas, antes trabajábamos en la acera de la avenida, ahora tenemos toda la calle para nosotros”, esto que nos menciona el señor Ramón es al pie de la letra, la vía es parte fundamental de cada uno de estos comerciantes, con esto muchas personas “consiguen su pan de cada día” términos de este paisa luchador que con el transcurso del tiempo paso de ser Panadero a aprendiz de los objetos antiguos y ahora vendedor de dichos objetos. Sus mayores compradores son personas que realmente valoran nuestro pasado, para él son los Extranjeros; Nos dice:“que el a diario ve desde el niño más pequeño hasta el anciano, todo tipo de personas ricas y pobres transcurren por esta avenida, y con las siguientes palabras finalizamos la pequeña entrevista “lastimosamente vienen con más frecuencia gente de allá de lo lejos de los Estados Unidos que las mismas personas de acá de Medellín; no valoramos nuestro pasado”
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